LA ANSIEDAD EN LOS ESTUDIANTES

Los muy ansiosos tienen dificultades para poner atención, se distraen con facilidad.

La ansiedad nos ayuda a huir o escapar de algunas situaciones que pueden ser peligrosas, sin embargo, podemos reconocer que, un estado constante de miedo, de estrés, de ansiedad en una intensidad muy elevada para la situación, es decir, cuando uno no está en un verdadero peligro, la ansiedad puede llegar a convertirse en un problema. 

El 61 % de los estudiantes con ansiedad reduce el rendimiento académico en los exámenes, ya que el estrés tiene consecuencias directas en los resultados. 

Los alumnos suelen padecer ansiedad en las épocas de exámenes. Es posible que la necesidad de obtener un adecuado rendimiento académico se pueda convertir en un factor estresante para los estudiantes. Cuando la preocupación por obtener cierta nota es alta, especialmente antes de los exámenes, la ejecución del estudiante puede ser deficiente, teniendo como consecuencia extrema que repita, quede atrasado o abandone definitivamente sus estudios. 

Esto nos lleva a experimentar el primer ataque de pánico o la primera crisis de ansiedad y eso puede quedar en los estudiantes una constate preocupación de no volver a querer experimentar ese episodio o uno parecido, y entonces lo que empieza a hacer es como que evitar ciertas situaciones y eso sin querer  es parte de lo que alimenta a la ansiedad.  

¿Cómo se siente tener un ataque de ansiedad?

Entre las posibles causas de tener ansiedad se han señalado la participación y exposición de clase, el tiempo insuficiente para la realización de tareas o trabajos, la sobrecarga de trabajo, las exigencias de los docentes, la competencia entre compañeros, la presión de evaluaciones y exámenes.


MÉTODOS PARA EVITAR LA ANSIEDAD

¿Es posible controlarlo?

Sí, siempre y cuando se tenga un estilo de vida saludable ya que también puede ayudar a combatir la ansiedad.

Alteraciones

Los trastornos de ansiedad, junto con los del comportamiento, se han convertido en uno de los motivos más frecuentes de consulta en la práctica diaria. La función principal de la ansiedad es contribuir a nuestra supervivencia; sin embargo, en las situaciones en que se disparan sus niveles deja de ser positiva y pasa a bloquearnos debido a las relaciones interpersonales, el miedo, las enfermedades o las circunstancias en que nos sentimos evaluados, como les sucede a los jóvenes que se enfrentan a los exámenes.

La ansiedad no es algo malo en sí misma. Pero cuando se convierte en elementos que obstaculizan el buen desarrollo de la persona para la toma de decisiones, para establecer relaciones interpersonales, para descansar y relajarse se trata de algo patológico porque esa ansiedad ya no está funcionando como un mecanismo de defensa que te ayuda a salir adelante, sino que te está deteniendo en tu propio desarrollo.

La relajación y la respiración profunda son dos estrategias de autocontrol muy útiles a la hora de enfrentarse a un examen para mantenerse tranquilo ante la situación estresante que provoca. Otra técnica es el control de pensamientos: reflexiones positivas que no generan reacciones físicas.

En días que nos causen estrés o el día del examen es recomendable el descansado, no repasar a fondo el mismo día, no hablar con los compañeros del examen antes de empezar o sobre exponer, controlar la tensión emocional y, si se te queda la mente en blanco, superar el bloqueo ocasionado por los nervios, disminuyendo el nivel de ansiedad a través de la relajación y la respiración profunda. Además, la planificación previa del tiempo de estudio y las materias a trabajar evitan agobios de última hora.

Síntomas

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
  • Tener problemas para conciliar el sueño
  • Padecer problemas gastrointestinales (GI)
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones
  • Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

¿Cuándo consultar al médico?

Consulta con el médico en los siguientes casos:

  • Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida.
  • Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos.
  • Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad.
  • Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física.
  • Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de urgencia inmediatamente)

“La mente humana tiene un primitivo mecanismo de defensa que niega cualquier realidad que provoque un estrés excesivo al cerebro. Se le llama negación.”

Denisse Chavarria
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